
Hace pocas semanas asistí a una reunión en el que uno de los temas en discusión era la importancia de estar conscientes de nuestras fortalezas y retos en nuestra vida profesional. Mientras la discusión avanzaba, comenté que para mí el regresar a la universidad había representado un reto pues la edad promedio del grupo de estudiantes era aproximadamente 28 años y que yo era una persona mayor, de repente, se escuchó una voz que dijo: Te has etiquetado.
Pero ¿Qué es etiquetar? Una de las definiciones encontradas en la web dice que etiquetar es encasillar, describir a alguien o algo en una palabra o frase corta. Y es que solemos etiquetar o etiquetarnos por diferentes motivos: por cómo nos vestimos, por la escuela a la que asistimos, por la zona donde vivimos o el auto que conducimos, por nuestra profesión, por nuestro lugar de trabajo, nuestro acento, peso, estatura, edad o por las personas con las que nos relacionamos.
Es común escuchar frases como: que lento eres, no eres bueno en matemáticas, no llegaras lejos, vas a perder la competencia, eres muy mayor para estudiar, solo de negro te vistes, frases que con el tiempo se van quedando grabadas en tu memoria a tal extremo que comienzas a vivir con esas limitantes que son dañinas sino aprendes a reconocerlas y manejarlas.
El hecho de que me hicieran notar que me había etiquetado, me hizo reflexionar que si bien es cierto, que nos preocupamos por las etiquetas que nos imponen las demás personas, debemos de darle mayor importancia a las etiquetas que nosotros mismos nos creamos, ya que somos nosotros mismos los que nos estamos limitando.
Te invito a hacer una pausa y reflexionar en lo siguiente:
- ¿Qué etiquetas, creencias individuales o familiares puedo identificar fácilmente en mi vida que están limitando mi crecimiento?
- ¿Cómo me hacen sentir estas etiquetas?
- ¿De qué forma han impactado mi vida?
- ¿Qué etiquetas le asigno a los miembros de mi equipo de trabajo, a mis amigos, familiares?
- ¿Estoy consciente de cómo se siente mi equipo, amigos, familiares con las etiquetas que les he puesto?
¿Has logrado identificar alguna etiqueta? El tener claridad de esas etiquetas que hoy pueden estar limitando tu crecimiento y el crecimiento de tu equipo es el primer paso para el cambio.
Déjame decirte que disfrute cada momento de ese regreso a las aulas universitarias, que el ser, la mayor de la clase, no limito mis oportunidades de crecimiento, más bien, me dio la libertad de dejar volar mi creatividad, así como la oportunidad de relacionarme y hacer nuevas amistades.
Recuerda, que el líder autentico reconoce sus fortalezas y vive de acuerdo con sus valores y principios, sabe quién es y sabe a dónde va, y constantemente se enfrenta al desafío de eliminar esas etiquetas que limitan su crecimiento personal y profesional.
Ileana Sierra
Coach Creciendo Lideres
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